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El Té
Todos los tés provienen de las hojas de la “Camellia Sinensis” o “Thea Sinensis”, plantas perennes de la familia de las camelias que crecen en climas subtropicales.
Las variedades de la planta del té son:
• La Camellia Sinensis es un arbusto de origen chino que puede alcanzar una altura de 2,5 a 4,5 m y crece en China, en Tibet y en Japón, puede soportar temperaturas muy frias y vivir hasta 100 a.os, sus hojas miden unos 5 cm.
• La Camellia Assamica procede de la India y alcanza el tamaño de un arbol. Puede llegar a medir entre 13 y 18 m con hojas de entre 15 y 35 cm. Su cultivo se lleva a cabo en climas tropicales y su vida productiva es de unos 40 años.
Estas plantas producen unas hojas coriáceas de color verde oscuro e intenso y pequeñas flores blancas muy similares a la flor del jazmín. Las plantas de té se desarrollan mejor en zonas cálidas y húmedas. El clima más adecuado es el que mantiene una temperatura de entre 10 y 30 grados, con una pluviosidad anual de entre 2.000 a 2.500 mm. y una altitud sobre el nivel del mar de 300 a 2.000 m.
La combinación de la altitud y la humedad, favorecen un crecimiento lento de la planta consiguiendo así que aumente la calidad y el sabor del té.
La cosecha de té es un proceso muy delicado y difícil de hacer con rapidez por temor a dañar las hojas de té. La mayoría de té todavía se cosecha a mano, pero la recolección mecánica también se puede hacer dependiendo de la variedad de té.
La cosecha manual permite la discriminación en la selección poniendo prioridad en los brotes más nuevos de la planta que son los de mejor calidad, recolectando únicamente las dos primeras hojas y un brote.
Procesos de elaboración del té
El tipo de té dependerà de su proceso. A continuación veréis los pasos que siguen algunes tés a a hora de su elaboración.
Marchitado: Se trata del primer proceso al que se suele someter la hoja de té. Y es que cuando la hoja se arranca de su tallo comienza a marchitarse naturalmente, o lo que es lo mismo, a perder hidratación. Este proceso se suele hacer de forma controlada a través de la regulación del aire, la temperatura y la humedad del ambiente.
Se pueden utilizar diversos métodos para el marchitado pero destacan el marchitado con aire en el interior de la fábrica y al exterior con las hojas extendidas al sol.
Gracias al marchitado las hojas de té pierden agua, lo que las hace más flexibles, preparándolas para poder llevar a cabo los siguientes procesos.
Oxidación: Este proceso consiste en producir una serie de reacciones químicas en las hojas del té aprovechando las capacidades del oxígeno y controlando la temperatura y en general, las condiciones climáticas bajo las que se encuentra la hoja de té.
La oxidación oscurece las hojas de té y varía su aroma, pudiendo conseguir diversos efectos en función de la manera en la que se controle este proceso.
Enrollado: Se trata de un proceso que puede tener el fin de agrietar o romper ligeramente las capas externas de la hoja para así mezclar las sustancias químicas de la hoja y acelerar o provocar el proceso de oxidación.
Este proceso se realiza tan solo en algunas variedades de té , como el Gunpowder, y se suele realizar antes o después de la oxidación o en ambos casos, dependiendo de cuál sea su finalidad.
Secado o Fijación: El secado, además de poder utilizarse como método para detener la oxidación, reduce la hidratación de la hoja de té a través de unas condiciones de temperatura controladas. Suele ser el penúltimo o último paso de la producción.
Gracias a este método la hoja de té se estabiliza, impidiendo que no solo la oxidación provocada por los propios productores de té se detenga sino que la oxidación que se puede producir de manera natural a lo largo del tiempo u otras reacciones químicas posibles no se lleven a cabo una vez obtenido el producto elaborado.
Fermentación: Proceso bioquímico por el que una sustancia orgánica se transforma en otra, generalmente más simple, por la acción de un fermento. Los fermentos son bacterias y otros microorganismos.
Clasificación del Té
Como hemos mencionado anteriormente, solo hay dos tipos de plantas que produzcan té. Así que su clasificación dependerá del proceso al que es sometido.
Hay seis tipos de tés:
Té Blanco: El té blanco se caracteriza porque en su recolección solo se cogen las yemas y brotes nuevos antes de que se abran. Solo se usan dos procesos para su producción: marchitado y secado. Es por lo tanto un té no oxidado y el más parecido a la hoja del té recién recolectada.
Es un té que se produce a una escala muy reducida en la provincia de Fujian (China), Taiwan y Sri Lanka.
El nombre de «té blanco» se deriva de los finos pelos de color blanco plateado en los brotes no abiertos de la planta del té, que da a la planta un aspecto blanquecino.
También se le conoce como el té de la juventud, debido a que es el que más antioxidantes tiene.
Té Amarillo: Se suele situar entre el té blanco y el verde por el color o entre el verde y el oolong ya que está ligeramente oxidado. Realmente el té amarillo se define por un único proceso que consiste en envolver con tela o apilar bajo bambú montones de las hojas del té. Este sistema les proporciona humedad y vapor en la última fase de la oxidación, lo que hace que las hojas amarillen en el secado y el té obtenga su aroma y sabor tan característico además de innumerables propiedades.
Té Verde: Es el té más antiguo y tradicional y se caracteriza porque para su elaboración se utilizan las hojas del té sin oxidar. Es por lo tanto un té no oxidado.
Se trata, al igual que el té blanco, de un té con gran contenido en antioxidantes y poca cafeína en comparación con el té negro.
Té Oolong: Esta variedad es el punto medio entre el té verde y el negro. Es un té semioxidado que se produce principalmente en China.
Existe un curioso método tradicional denominado agitado y que se puede utilizar para provocar la ruptura de las paredes de la hoja y provocar la oxidación. Este método consiste en agitar las hojas en cestas después del marchitado.
El Oolong tiene un sabor más parecido al té verde que al té negro pero sin las fuertes notas herbales que caracterizan al té verde.
Té Negro: El té negro es el más producido del mundo y es también el más oxidado, de ahí el color de sus hojas. El té negro es siempre un té totalmente oxidado.
En todo té negro las hojas se enrollan para que liberen las sustancias que determinan el color y aroma final y después, las hojas enrolladas se oxidan y desecan para detener el proceso natural de descomposición. Gracias a la oxidación las partículas de té se ennegrecen y adquieren su aroma característico. El té negro es el que más se consume con leche y el que más cafeína tiene. Es por ello ideal para el desayuno!
Té Rojo o Pu-Erh: El té rojo se conoce como el té de los emperadores, ya que antiguamente estaba reservado para la alta nobleza.
Lo que caracteriza a un Pu erh es que ha sido fermentado además de oxidado.
La fermentación del Pu erh es intencionada y puede producirse naturalmente, tras conservar el té durante mucho tiempo a las condiciones adecuadas (el tiempo de fermentación puede llegar a los 60 años), o mediante procesos que aceleran la fermentación. Uno de los procesos utilizados para la fermentación consiste en apilar el té.
El proceso de elaboración de este té se descubrió casualmente al tratar de alargar la conservación del té verde. Para ello, lo sometieron a una fermentación que lo hacía más resistente y este proceso le añadió nuevas propiedades curativas.
El té Pu-erh se recolecta en Yunnan, provincia del sur de China conocida como la región de la eterna primavera. Esta región posee un clima propicio para el cultivo del té con una temperatura constante de unos 20 grados, convirtiéndose así en la única zona donde puede cultivarse este té. Se ha demostrado que al trasplantarlo a otras zonas se alteran sus cualidades medicinales.
Su sabor es terroso, con un toque ahumado y el tono de la infusión rojizo oscuro.
Tés Aromatizados: Todos estos tipos de té ya mencionados se pueden utilizar para la elaboración de tés aromatizados. Un té aromatizado es un té puro al cual se le añaden flores, especias, frutas, dulces o aromas.
Té y Salud
Como ya sabemos, el té es tremendamente beneficioso para nuestra salud, y es que nos aporta muchísimas cosas a nuestro organismo. Una taza de té se compone por: Polifenoles, cafeína, sales minerales y vitaminas.
Además, una taza de té ¡solo contiene 2 calorías!
El Rooibos y Salud
El Rooibos, que significa «arbusto rojo» en afrikáans, es una infusión procedente de Sudáfrica, que no tiene nada que ver con el té, pero que tampoco le tiene nada que envidiar.
El Rooibos tiene un sabor dulce y produce una infusión rojiza, como ya hemos dicho este tipo de infusión africana no es ninguna especie de té, sino que proviene de una planta totalmente diferente, es por eso que el Rooibos no contiene cafeína.
Estos son algunos de los beneficios:
Previene las anemias: Es una fuente estupenda de hierro, Además, su contenido en vitamina C hace que tu organismo pueda asimilarlo sin desperdiciar nada.
Evita la acumulación de colesterol: Sus antioxidantes evitan la oxidación de algunos compuestos grasos que se hallan en el torrente sanguíneo y sus flavonoides impiden la formación del tromboxano A2, una sustancia coagulante.
Evita cefaleas: El Rooibos favorece la distensión global del sistema nervioso, mientras que sus flavonoides salvaguardan la serotonina del cerebro, que es una de las hormonas que segregan sustancias inhibidoras del dolor.
Té hará más feliz: Sabemos que esto puede sonar raro, sin embargo, tiene una explicación científica. El Rooibos contiene quercetina y quercetrina, dos sustancias que estimulan la secreción de serotonina, conocida como la hormona de la felicidad.
Previene alergias primaverales: Una taza diaria puede hacer que te olvides de los picores de nariz con los que cada año recibes la primavera, ya que tiene un efecto modulador del sistema inmunitario, que aprende a reaccionar correctamente cuando entra en contacto con el polen.
Te ayuda a calmarte y dormirte: El Rooibos es uno de los remedios más empleados en Sudáfrica para tratar el insomnio. Sus flavonoides tienen un efecto calmante, son los mismos que contiene el hipérico y la valeriana. Aparte de ayudarte a dormir, te aseguran no perder los nervios ni caer en la ansiedad en tu día a día.
El complemento de los deportistas: El Rooibos contiene el aporte necesario de vitaminas y minerales para completar la alimentación de los deportistas.
Facilita la digestión: Evita que los gases se asienten en tu organismo. Tomar una taza después de las comidas más flatulentas es una sencilla medida capaz de mantener los gases a raya.